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¿Qué es el mantra?

La palabra “mantra” está compuesta por 2 partes: man, que es la raíz de la palabra “mente” en sánscrito; y tra, que es la raíz de la palabra “instrumento” en sánscrito. Un mantra es por lo tanto un instrumento de la mente, un poderoso sonido o vibración que puedes usar para entrar a un estado profundo de meditación.

Según la tradición védica, los antiguos sabios podían escuchar las vibraciones sutiles producidas por todo lo que se encontraba  en la naturaleza, los sonidos del viento, truenos, mariposas, ríos caudalosos y todas las demás creaciones. Ellos reconocieron que estos sonidos son la manifestación del espíritu en la materia.

Identificaron “Om” (o aum) como el sonido más elemental, representando la conciencia universal infinita. Por miles de años, la gente ha utilizado este mantra para expandir su conciencia de lo divino.


Los antiguos profetas también identificaron todas las vibraciones primordiales o mantra que constituyen el universo y con el tiempo estas fueron documentadas en la literatura védica; los cuatro textos que forman la base de la religión hindú. De hecho, tú mismo puedes escuchar todos los mantra si te sientas en silencio. Escucharás de fondo un zumbido en el aire, y al practicar enfocarte en ese zumbido, finalmente lograrás escuchar cada mantra que los sabios registraron mucho tiempo atrás.

Epor  ello que los mantras no son otra cosa que la conexión con sonidos primordiales de todo el maravilloso universo que nos rodea.

Identifica tu verdadera fuente de felicidad

A medida que comenzamos nuestra exploración de la felicidad, es importante entender cómo definimos lo que es la felicidad.

Como muchas tradiciones de sabiduría oriental predican, existen dos tipos de felicidad:

  • El primer tipo de felicidad la sentimos cuando las cosas suceden como queremos que sucedan. Esta clase de felicidad es conocida como felicidad por una razón. Decimos, “Estoy feliz porque tengo familia y amigos”, o “Estoy feliz porque me ascendieron en mi trabajo”, o “Estoy feliz porque me voy de vacaciones”, y así sucesivamente.

Este tipo de felicidad es inherentemente fugaz porque depende de razones externas que pueden ser arrebatadas de nosotros en cualquier momento. A pesar de que tendemos a evitar pensar en ello, podemos perder nuestro hogar, nuestro trabajo, nuestros ahorros, nuestra salud, y a nuestros seres queridos en cualquier momento. Estas son fuentes de felicidad temporales, fuentes externas de felicidad que vienen y van como una brisa pasajera.

  • El segundo tipo de felicidad, por el contrario, es un estado interno de conciencia que nos permite ser felices sin razón alguna. Es independiente de las circunstancias, los eventos, la gente, y demás cosas en nuestras vidas.

Esta felicidad proviene de darnos cuenta de que nuestro verdadero ser no es nuestro cuerpo, pensamientos, emociones, personalidad, posesiones, logros, relaciones, ni cualquier otro atributo atado o vinculado al tiempo. Nuestra naturaleza esencial es conciencia pura, sin ataduras, también conocida como el campo de todas las posibilidades. Los atributos de este campo incluyen felicidad, amor, atemporalidad, compasión, creatividad, sabiduría, silencio, y gracia.

Igual que un  amanecer radiante puede ocultarse detrás de las nubes, nuestra felicidad interna puede oscurecerse por una conciencia restringida, patrones de pensamiento limitantes y confusión emocional. Sin embargo, sin importar cuánto tiempo hayamos estado perdidos en el miedo y las limitaciones, podemos aprender a volar por encima de las nubes de nuestro condicionamiento y despertar a la felicidad que existe dentro de nosotros.

Cultivando nuevas intenciones

Cultivando nuestras intenciones

La manera más poderosa de iniciar cualquier proyecto, viaje, o sueño es elegir nuestras intenciones de manera consciente. Al ser claros en lo que deseamos y estableciendo nuestra intención, estamos plantando una semilla en el jardín fértil de la potencialidad pura. A medida que nutrimos y cuidamos de esa semilla y liberamos simultáneamente cualquier apego a los resultados, nos ubicamos por completo en el momento presente. Y así, espontáneamente estaremos tomando las acciones más evolutivas y experimentaremos la expansión de la alegría, el amor y la armonía.

 Tu intención puede ser simple. De hecho, para el propósito de esta exploración, mientras más simple mejor. Aquí tienes algunas ideas:

Mi intención es…

  • Abrir mi corazón a la felicidad. 
  • Cultivar las cosas que me dan alegría.
  • Ser feliz sin razón alguna.
  • Despertar al amor y a la felicidad.
  • Vivir con un corazón y espíritu ligeros.

Esta es tu propia intención personal, y siempre y cuando encuentres una intención con la que te identifiques desde el fondo de tu corazón, no hay manera “incorrecta” de ponerla. Sin embargo, en general, lo mejor es escribir tus intenciones en lenguaje positivo en vez de utilizar términos que expresen lo que no quieres, porque uno de los componentes más importantes al formular nuestras intenciones es generar un campo de conciencia que te haga sentir pleno, satisfecho y completo.

Las intenciones también tienden a ser más poderosas cuando las escribimos y las colocamos en algún lugar donde estén a la vista durante el día Esto es algo muy personal y es solo para ustedes.

Recuerden escoger  almenos tres intenciones a la semana y no mas de cinco.